domingo, 20 de mayo de 2012

LAS PELÍCULAS DE LOS 2000

Una pequeña selección del cine con el que muchos de nosotros nos hicimos mayores.



Drive

Para retomar la actividad del blog, hoy presentamos una crítica de una de las películas más sorprendentes de los últimos años: Drive. El año pasado apareció una película de un director poco conocido, con apenas estrellas en su reparto y que no se coló en las quinielas de los grandes premios. Sin embargo, está considerada por gran parte de los críticos de cine como una de las películas mejor hechas en los últimos años. 

La historia parte de una novela de James Sallis, que cuenta la vida de Driver, un conductor especialista de cine que trabaja en un taller y por las noches conduce para delincuentes. Con este punto tan atractivo de salida hace falta un poco de mordiente para la carrera, y ese no es otro que el que le da la historia sentimental que va a vivir con Irene, su vecina. Y no contamos más por que todo en esta historia es para descubrirlo y saborearlo poco a poco.

Nicolas Winding Refn nos traslada a un universo urbano desde la vista de los coches. Tras una genial presentación del personaje principal y unos créditos muy elegantes, empezamos a conocer a los distintos papeles que van a formar parte de la historia. He oído por ahí que es como un episodio de Miami Vice, puede ser, pero es una película que destila elegancia por todos lados. La dirección está tan cuidada como la fotografía, una obra artesanal sin alejarse de los preceptos del cine comercial. 


La música es simple, tan elegante como el resto del film, con temas muy apropiados para crear esa atmósfera de desconcierto que transite el personaje principal.

Y no dejamos de hablar del personaje principal por que es el que conduce la historia. Un personaje misterioso, misántropo en sus formas y un tanto siniestro pero del que todos hablan como un buen chaval. Driver es un hombre encerrado en un coche, que no deja ver su lado humano hasta que conoce a Irene y su hijo, ahí veremos la verdadera conversión del personaje. Ryan Gosling compone una actuación correcta, tampoco es un personaje que luzca demasiado por su frialdad pero el actor canadiense aporta un registro muy adecuado para Driver además de su imponente físico. La que está genial es Carey Mulligan, una actriz que me tiene enamorado cada vez que la veo en pantalla y dota a su personaje de mucha madurez y sencillez a partes iguales. Pero los que se comen la pantalla son los secundarios. Bryan Cranston demuestra cada vez que sale en pantalla que es quizás el actor más desaprovechado de américa, un auténtico todoterreno de la actuación que algún día recibirá su verdadero reconocimiento. Albert Brooks está genial como mafioso y Ron Perlman vuelve a dejarnos de piedra con solo mostrar ese careto que tiene. También se marca un buen papel Oscar Isaac en el tiempo que aparece, muy natural su personaje. 

Recomedable 100% para cualquier tipo de público, es un gran divertimento que deja un sabor de las grandes películas del cine negro de los 80 y 90. Disfrútenla.