sábado, 15 de diciembre de 2012

El Hobbit: Un viaje inesperado


Ayer asistimos juntos al estreno de El Hobbit, un viaje inesperado, probablemente una de las películas mas esperadas de los últimos años.

En escasas ocasiones, el cine de enormes presupuestos y cifras astronómicas alcanza al mismo tiempo la brillantez cinematográfica y los grandes estudios nos brindan cintas imperecederas. El ejemplo más claro es la brillante trilogía de El Señor de los Anillos, para algunos la obra maestra del cine reciente y por su puesto la cima del género épico y de fantasía. Era por tanto de esperar que la preculela escrita por J.R.R. Tolkien y llevada por fin a la gran pantalla por el mismo equipo y a las órdenes del mismo genio que trabajó diez años atrás en El Señor de los Anillos fuese  un prometedor y suculento manjar para los amantes de la trilogía épica.

Llegó el gran día. Las luces del cine se apagan y la siempre memorable música de Howard Shore llena la sala. Un soleado día en la comarca nos ha devuelto a la Tierra Media. Bilbo Bolsón y su sobrino Frodo se preparan para la fiesta de cumpleaños del primero y será el propio Bilbo a partir de este momento el que pase a relatarnos sus aventuras, esta es su historia.
Bilbo tendrá que aprender a arreglárselas lejos de su casa, enfrentándose a peligros hasta ahora desconocidos para él durante las casi tres horas de cinta de la primera parte de una trilogía que probablemente pase a ser la Road Movie mas larga de todos los tiempos. Y es que El Hobbit no es mas que eso, la historia de un camino que trece enanos, un mago y un hobbit deberán hacer para luchar por recuperar su casa ante el desahucio que el dragón Smaug parece haberles impuesto.



Más allá de Smaug, el principal enemigo al que se enfrenta Peter Jackson en este film es a su público, así como a la enorme sombra de Aragorn, Legolas y compañía.  Mientras que la trilogía del anillo posee un tono mas oscuro y maduro, J.R.R. Tolkien escribió El Hobbit pensando en sus hijos, y esa esencia de cuento, ese tono infantil ha quedado latente en el guión de la cinta, lo cual puede sorprender -o disgustar- a muchos, especialmente a los no lectores.  Podría haberse solventado este punto obviando literalmente a sus predecesoras, pero la nostalgia pudo más que la coherencia y El Hobbit es además de una historia por sí misma, un constante homenaje a El Señor de los Anillos.
Al margen de esto, nos encontramos ante una experiencia visual prácticamente inmejorable. La dirección artística, cada uno de los decorados, el vestuario, las localizaciones... es pura magia. La quizá excesiva dilatación del planteamiento es perdonable ante la oleada de asombrosos efectos, persecuciones, luchas y aventuras que nos esperan.  Los revolucionarios y polémicos 48 fotogramas por segundo a los que se ha rodado para las tres dimensiones no los he probado de momento, preferí verla en 2D así que poco puedo aportar en este sentido.



Enormes las nuevas incorporaciones al reparto. Martin Freeman es el mejor Bilbo que uno pueda imaginarse, un actorazo con mayúsculas al que ya tuve oportunidad de ver en la serie Sherlock. Richard Armitage como el rey enano Thorin tambien muy acertado y por su puesto ni que decir de los que repiten como el veterano Ian McKellen.
Sobre Andy Serkis, que además de interpretar a Gollum ha sido codirector de la cinta, hay que hacer una mención aparte. El encuentro entre Bilbo y el mítico Gollum es sin duda la mejor escena de la película. El robo del anillo por parte de Bilbo es en cierto modo el punto de inflexión de ambos personajes y la escena es verdaderamente sobrecogedora, además nos recuerda a la oscuridad de El Señor de los Anillos lo cual es muy emocionante.

Con la ilusión de haber visto de nuevo la Tierra Media en pantalla y la opinión de que es un suculento aperitivo para las futuras generaciones que quieran ver El Señor de los Anillos por primera vez, si que espero que las dos que la suceden mejoren ligeramente el listón para poder hablar de ella como algo más que un suculento aperitivo y poder considerarla el manjar que, tal vez injustamente,  todos esperábamos.


TE GUSTARÁ SI: Eres un fan de la Tierra Media o del cine de aventuras con independencia de ser o no fan de El Señor de los Anillos.  Si esperas pasar un buen rato frente a la pantalla absorto ante una buena historia en mundo absolutamente espectacular y sobrecogedor. 

NO TE GUSTARÁ SI: Si no te gusto El Señor de los Anillos dificilmente te gustará El Hobbit. Si eres un purista de la trilogía del anillo y esperabas algo de su mismo nivel y estilo...quizá te decepcione. O quizá no.