Four Lions

Pues ponte en la situación de que estás un día aburrido en tu casa, hablas con un amigo y le dices: "Tú (a los amigos siempre hay que tratarlos de tú), me aburro, dime algo entretenido para ver." Y siguiendo con la situación, tu amigo te recomienda Four Lions, que desconoces totalmente, pero le haces caso, sin saber nada más sobre la peli en cuestión. Y tras el visionado solo puedes hacer una cosa: casarte con ese amigo (no lo digo yo, es la Ley de Dios).

La comedia que hará que, sin comerlo ni beberlo, te encuentres unido en matrimonio a una persona con la que probablemente no tendrías sexo ni cobrando se llama Four Lions. Trata sobre una célula terrorista islámica que trata de actuar en el Reino Unido, con tronchantes consecuencias.

Esta película supone el debut de Chris Morris como director, una apuesta arriesgada teniendo en cuenta la sensibilidad de la gente con todo lo relacionado con el terrorismo. Sin embargo consigue, con el humor, alejarse de cualquier postura que pudiese ser considerada ofensiva, tanto desde occidente por "acercar el terrorismo", como desde oriente por hacer una caricatura xenófoba de los musulmanes. Simplemente hace reir, mucho.

A lo largo de estos 94 minutos tendremos la oportunidad de llorar de risa con lo grotesco de unos personajes, correctamente interpretados por unos actores bastante desconocidos, que son dibujados como la típica banda de película, con un cerebro sensato rodeado de auténticos idiotas. Además el largo está cargado de golpes buenísimos, sin llegar a hacerse cansinos, bastante absurdos pero con alguna pincelada de humor negro. Nos encontraremos con muchas situaciones inevitablemente graciosas, como, por ejemplo, los desternillantes videos amenazantes de los terroristas y más, mucho más.

 

"I'm taking pictures in muyahid' style"

A los consumidores de cannabis os advierto que la encanada puede ser seria, es recomendable fumar con moderación, o administrarse la peli en dosis pequeñitas.

TE GUSTARÁ SI: Te gustan pelis de humor del estilo de los Monty Python (salvando las distancias).

NO TE GUSTARÁ SI: No aguantas el humor absurdo.


NUESTRA NOTA: (sobre 10)

• Santi Mazarro          6,5
• Andrés Moraleda   
• Ignacio Haragán      7,5
• Marcos Cuevas

Valor de Ley (True Grit)

Valor de Hacer un Western de los sesenta en 2010 (True Grit), es la película mas taquillera de los Coen. Bajo esta estadística que se debe a que esta es la menos "coeniana" de sus cintas, descubrimos una de las joyas de los últimos años. Se trata de un remake de un clásico del oeste, que a su vez estaba basado en una buena novela, en la que por cierto se han fijado más los hermanos para escribir su guión que en la cinta protagonizada por John Wayne, ya que con esta última comparte más bien poco.

Un alguacil bebedor, malhumorado y con pocos escrúpulos (Jeff Bridges, el Nota) es contratado por una  entre sabionda e inteligente niña de 14 años para acabar con el asesino de su padre y así vengar su muerte...a la media hora de película. Hasta entonces el comienzo descriptivo, es árido y seco como el mismo desierto. Esto puede desilusionar a los adeptos al cine del oeste, que no verán ni un solo tiro hasta bien adentrada la película, ni tampoco disfrutaran con las pinceladas de humor presentes en sus otras obras y ausentes en esta.

A pesar de su aparente lentitud, sello propio de los Coen, su narración es muy correcta, calmada, pero hilada a la perfección. Quizá la aparición de Matt Damon embutido en un disfraz de Buffalo Bill sea el gatillo de un revolver que tarda en disparar y cuya bala se tambalea brillantemente cambiando de rumbo a medida que transcurre la trama.

La relación entre los tres personajes protagonistas (espectacular Jeff Bridges repito) es el punto fuerte de una historia tierna en la que se nos descubren las miserias de una horrible época, a la que ellos parecen estar bien acostumbrados. Emotiva, entretenida, con un tinte clásico y un sabor a puro western inconfundibles, y ante todo, técnicamente perfecta. Muy bien hecha.

 Para acabar entramos en el siempre polémico lío de los premios. Valor de Ley recopiló 10 nominaciones al Oscar, entre ellas Mejor Película, Mejor Director, Mejor Actor Principal... de las que no se llevo ni tan solo una estatuilla. Si bien es cierto que compitió en el que considero el año más prolífico y completo del cine  reciente (La Red Social, Origen, Cisne Negro, Los chicos están bien, 127 horas, The Fighter, El discurso del Rey, Winter´s Bone). Puede que a pesar de ello, True Grit sea la que más se recuerde con el paso del tiempo, hecha de ese material incombustible, es y será puro y crudo cine del oeste.

El crepúsculo de los dioses (Sunset Boulevard)

Sunset Boulevard, traducida al castellano como El crepúsculo de los dioses (así, a lo loco), es otra de las obras maestras que Billy Wilder nos ha dejado. Lo de este director es increíble, es increíble para empezar que pueda hablar sin temor a equivocarme de "otra" obra maestra, pero es cierto, lo que Wilder toca se convierte en oro: El Apartamento, Irma la Douce, Testigo de cargo, etc. Luego juzgar cuál de ellas es la mejor, es otra historia... Por otra parte también me parece increíble la intemporalidad de su trabajo, y es que, pasan los años, pero El Apartamento sigue siendo incombustible.

La peli que hoy nos ocupa, Sunset Boulevard, cuenta la historia de Joe Gillis (William Holden), un joven guionista fracasado y acosado por las deudas que, huyendo de sus acreedores, se refugia en una vieja mansión aparentemente abandonada. Pero, casualidades de la vida, la mansión está ocupada por Norma Desmond (genial en este papel Gloria Swanson), una antigua estrella del cine mudo venida a menos, atrapada en su pasado de gloria, y su fiel criado Max. Continuando  con las casualidades, Norma, negándose a admitir que su fama se fue cuando llegó el sonido al cine, ha escrito un guión con el que pretende catapultarse de nuevo al estrellato, y le pide a Gillis que lo revise, a condición de que viva en su mansión. 

A partir de este momento Joe, obligado a vivir en la mansión, entra de lleno en el mundo de Norma Desmond, extravagante, cínica, con necesidad constante de obtener ser el centro de atención, sobretodo para Joe, al que convierte en un mantenido de lujo. Poco a poco Norma se va revelando como una mujer obsesionada, tanto con Joe como con demostrar que sigue siendo una estrella de la gran pantalla.

Todo el film está grabado con la sencillez (que no simplicidad) elegante que caracteriza a Wilder, sin mucho artificio ni complicación, pero, como siempre, todo en su sitio, en su momento y en la cantidad adecuada. 

Impresionante la escena final en la escalera, un hito del cine.

Gloria Swanson, con ese irritante acento y esa auténtica locura que logra transmitir ya solo con la mirada. Aunque, realmente, Norma Desmond es un personaje que peca quizás de ser un poco plano, el personaje de William Holden, aunque con una interpretación menos llamativa, es muchísimo más complejo, ya que no tiene un objetivo claro y va evolucionando conforme avanza la historia. 

El guión también tiene mérito, un humor negro oscuro, básicamente cabrón, se extiende de principio a fin de la película, empezando por el narrador, que se toma con bastante humor su propia muerte. El personaje de Norma, tiene también varios momentos que te sacan una sonrisa agridulce, además de los cameos, que si indagáis un poco descubriréis que están elegidos con bastante mala idea. Clasicazo.

TE GUSTARÁ SI: Te gustará, sí.

NO TE GUSTARÁ SI: Buscas un entretenimiento 5D con surtidor de caramelos, esto es cine.


NUESTRA NOTA: (sobre 10)

• Santi Mazarro          8
• Andrés Moraleda   
• Ignacio Haragán      8,5
• Marcos Cuevas

The harder they come

The Harder They Come es una película que está llamada a ser recordada, pero más por ser un símbolo del reggae que por su calidad cinematográfica.

El punto fuerte de esta película es su buenísima banda sonora, con canciones de Toots & The Maytals, Desmond Dekker, del mismo protagonista, Jimmy Cliff, y de algunos más, que hoy en día son en su mayor parte clásicos de la música jamaicana. La banda sonora aporta la personalidad al largometraje, todas las canciones escogidas tienen la virtud de transmitir estados de ánimo perfectamente, lo que las hace perfectas para acompañar a las escenas que acompañan.

Cuenta la historia de un joven, Ivanhoe Martin (Jimmy Cliff) de la Jamaica rural que viaja a Kingston con la intención de triunfar en el mundo de la canción. Sin embargo, la miseria de la ciudad trunca poco a poco sus sueños, llevando al protagonista a ser un buscavidas, que va ascendiendo hasta convertirse en un importante traficante de marihuana. Y hasta aquí puedo contar. 

He de admitir que lo que me llevó a ver la peli fue esta canción, que para mi es una auténtica maravilla. Y ya de paso, si sois de colegio privado y entendéis la letra, entenderéis parte del significado del film.

A otros niveles tampoco hay que esperar maravillas, en lo técnico y lo interpretativo es primera y última película de la mayoría, Jamaica no es un país que produzca cine y se nota: dirección más bien pobre y actores no profesionales en su mayoría.

Pese a todo es un mito musical, ya que es la película que mostró al mundo la música que se facturaba en Jamaica en la época y, sinceramente, aunque solo sea porque fue el motivo de que se grabase el tema "The harder they come", merece la pena que se rodase la película.

The Boxer

Antes de comenzar la crítica, ¡ qué pedazo de actor es Daniel Day-Lewis! Dicho esto, ya se puede intuir uno de los puntos fuertes del filme, la portentosa actuación del actor británico, sin cuya participación, el filme no sería tan redondo.

El punto de partida: la Irlanda del Norte justo en el momento en el cual el IRA agonizaba y la paz se veía precedida por la violencia de los rencores y desacuerdos.

El jugo: Danny Flynn, un boxeador dentro y fuera del ring, sale de la cárcel catorce años después de participar en un atentado de la banda terrorista. A su regreso, intenta montar un gimnasio donde católicos y protestantes puedan aprender a boxear. Al mismo tiempo, su antigua novia volverá a su vida con todos los inconvenientes que ello trae. Maggie es hija del capo del IRA y su marido está cumpliendo condena. Esto chocará con el amor latente que se despierta catorce años después. Así mismo, el padre de Maggie, Joe, está negociando con el gobierno británico la paz a cambio de la amnistía de los presos (un tema que tenemos en la parrilla justamente) pero su socio Harry no está muy convencido del fin del conflicto.

Todos estos personajes y situaciones se entremezclan creando un clima de tensión donde hay espacio para una historia romántica más potente que en muchas de las películas que querrían serlo, y un debate moral sobre la violencia.

La historia de Danny se mezcla con el proceso de paz que lleva a cabo Joe y las dificultades que ello conlleva. El complicado clima del barrio controlado por Harry encuentra a antiguos amigos enfrentados y miradas que disparan balas en las esquinas, pero también gente con cordura en un mundo donde la violencia es el modo de vida. Como dice Danny: "no soy violento, pero este lugar me hace serlo".

Basada en la historia real del boxeador Barry McGuigan que resistió los golpes que sus antiguos compañeros le dieron por no esconderse. Como ya he comentado, Daniel Day-Lewis está fantastico, un papel a su medida, contenido, que dice todo con una mirada y capaz de soltar toda la rabia con un golpe de boxeo. Un papel solo para actores de la talla de Day-Lewis, que es capaz de aguantar el peso del filme el solo, igual que aguanta los golpes sobre el cuadrilatero. Emily Watson también compone un papel de altura dandole la réplica a su compañero. Los secundarios rallan a un nivel genial en especial Brian Cox y Gerald McSorley, que ofrecen unos líderes del IRA muy veraces y distintos entre sí.

La cámara de Sheridan filma con nervio durante todo el metraje pero quizás la pelicula adolece de ser un poco fría. La historia engancha y los actores hipnotizan pero le falta más artificio para imprimirse en la memoria. Quizás con ese artificio la historia se hubiese desvirtuado... ¿quién sabe? pero la película en general, es redonda y no queda más que decir que: sientense y dejense llevar por las calles de Belfast.

Un dios salvaje

A diferencia de Ignacio, el simpático y atractivo joven que hizo la última crítica, yo si que voy al cine muy a menudo puesto que soy asquerosamente rico. Con él comparto en cambio, el hecho de traeros otra película francesa de este pasado 2011, y es que una de las últimas que vi en la gran pantalla fue esta breve joya del polémico Roman Polanski. 

Un dios salvaje está basada en una obra de teatro de Yasmina Reza, que yo no he visto y que no me importaría ver una vez vista la peli. Se trata de una comedia muy inteligente y ligeramente cruel que trata con exquisita maldad y de forma políticamente incorrecta la excesiva corrección política de nuestra sociedad actual.

Dos niños se pelean en un parque. Sus padres quedan para resolver el conflicto de forma diplomática una tarde cualquiera... y poco más han necesitado para recrear una de las comedias del año. Además, toda la acción se desarrolla en el salón de una casa. Y allí, entre flores de plástico y revistas de coleccionista, los personajes quedan atrapados durante una hora y media en ese bucle de buenos modales, hipocresías, miseria, falsedad y pequeñas mentiras con que nos engañamos a nosotros mismos todos los días, y ya sabéis, lo que empieza en buenos gestos y palabras vacías... acabará en un enfrentamiento primario entre estos personajes contradictorios, del que ninguno saldrá vencedor. 

La interpretación, simplemente soberbia. He de decir, que siento especial debilidad por el genio alemán Christoph Waltz desde que le vi en su oscarizado papel de nazi pirado en la tarantiniana Malditos Bastardos, pero la verdad es que se sale en esta cinta. Kate Winslet, Jodie Foster y John C. Reilly le acompañan magistralmente.

El film es una obra original e interesante que oculta una divertida reflexión sobre la incomunicación de las personas en nuestra sociedad occidental.

 ADVERTENCIA

Si pagas 7 euros por ir al cine y descubres que la peli sólo dura 1 hora y pico..  .

luego no digas que no te lo avisamos y cuélate en otra sala.

The Artist

Pues sí, ayer fui al cine después de tres años o así. Como ha cambiado todo, eh. ¡Qué diferente es la España de Rajoy! Aún me acuerdo de aquella última vez, que fui a ver Malditos Bastardos en 2009, cuando todavía gobernaba Zapatero y no brillaba el sol como ahora...

Pero en fin, dejando aparte a la gente de bien, como iba diciendo ayer volví al cine y fui a ver esta The Artist, con una rubia despampanante bajo el brazo, por supuesto. Ya en mi butaca estuve como hora y tres cuartos esperando al anuncio de Movierecord, pero solo pusieron un trailer muy largo en blanco y negro hasta que encendieron las luces, fin.

No, ahora en serio, me decepcionó mucho no ver lo de Movierecord, pero pese a ello me sobrepuse y fui capaz de atender a la pantalla, entre lágrimas, eso sí. Y lo que las lágrimas me dejaron ver, sinceramente me gustó. El director, Hazanavicius, consigue transmitir sin hablar más que muchos con palabras. Se trata de una película inspirada en el cine mudo de los 20, que tiene de todo, acción, drama, romance, amistad, fracaso, gloria, risas, lágrimas... 

Una historia bastante simple pero perfectamente narrada, que consigue llegar al espectador moderno por muy acostumbrado que esté al cine sonoro. Quien la vea lo que va a encontrar en The Artist son imágenes en blanco y negro, una fotografía cuidadísima imitando el cine de los 20, acompañada de una banda sonora que, diría que ayuda mucho a entrar en la película, pero es un largometraje tan cuidado en todos los aspectos que no se puede destacar uno concreto.

En este resultado final también colaboran mucho los actores que, pese a haber trabajado siempre apoyados por su voz, consiguen que entendamos lo que dicen sin recurrir casi a los carteles escritos.  Los dos protagonistas están de diez. Jean Dujardin en el papel de George Valentin, consigue convencer de que es un mito del cine, incluso llega a dar la impresión de que han contratado a un verdadero actor de cine mudo de propio. Por su parte Bérénice Bejo como Peppy Miller, guapa por cierto, recuerda a la Olivia de Popeye por su delgadez y forma de vestir, pero con una sonrisa más encantadora. 

Vemos por ahí algún que otro secundario de lujo, como John Goodman o James Crowell. ¡AH! También está el perro, que actúa mejor que gente que vemos en ciertas series españolas, y ha hecho que se reabra en mi le debate de qué cojones hago estudiando, si lo que siempre he querido ser es perro, pero esa es otra historia...

En fin, merece la pena verla, The Artist desprende encanto por los entre 4 y 20 costados que puede tener el cine, y además hay hasta claqué. Y es que para mí, en esta época que nos ha tocado vivir, ver esta peli es un "que le jodan al 3D", yo quiero más cine mudo si es así. Un nuevo clásico.

 ADVERTENCIA

El visionado de esta película no incluye obligatoriamente rubia despampanante.